Descripción
Este tramo de autovía de nuevo trazado, de aproximadamente 11,3 km, se inicia a continuación del enlace existente en el p.k. 5 de la A-32, que conecta con la localidad del Linares por el oeste y con la autovía de titularidad autonómica A-312 en dirección a Arquillos. Con orientación este – oeste atraviesa el término municipal de Linares, al sur de dicho núcleo de población, baja hacia el valle del río Guadalimar, en donde se ubica la entidad local de la Estación de Linares – Baeza, para entrar en el término municipal de Ibros, conectando con la carretera autonómica a Ibros y Baeza y finaliza en el entono del p.k. 17 de la A-32.
La sección tipo está formada por dos calzadas. En cada una de ellas se dispone de dos carriles de circulación de 3,50 m cada uno, arcén interior de 1 m y arcén exterior de 2,50 m, y se encuentran separadas por una mediana de 5 m de anchura.
El trazado se conforma con una sucesión de curvas de radios comprendidos entre 1.200 m y 4.000 m y una inclinación máxima del 5 % en la bajada hacia el valle del río Guadalimar.
El primer enlace, salida 8 de la A-32, es de tipo diamante, con paso superior de planta curva y que dispone de una glorita a cada lado de la autovía. Por la derecha conecta con las carreteras autonómicas A-302, hacia Jabalquinto y la A-44, en sentido Jaén, y con la A-4102 en dirección Torreblascopedro. En la margen izquierda conecta con la localidad de Linares, por el sur, y con la N-322 que pasa a ser una vía de servicio de la A-32 en prácticamente todo el tramo.
Desde el origen hasta el kilómetro 4 de la traza (km 10 de la numeración de la A-32) discurre por un terreno de relieve suave, con desmontes y terraplenes no superiores a 10 m, subiendo hasta la cota más alta de la obra que se sitúa en el entorno de la estructura 4, paso superior que se aprecia al frente, ejecutado “in situ”, con luz central de aproximadamente 36 m.
A continuación se inicia el descenso hacia el valle del río Guadalimar. Esta zona comprende aproximadamente 3 kilómetros y medio de materiales formados por margas y arcillas que presentan problemas geotécnicos en cuanto a la estabilidad de los desmontes.
La solución adoptada comprende la realización de contrafuertes estabilizadores mediante muros de escollera con alturas sobre el terreno de entre 3 y 7 m, que van empotrados en el mismo hasta 4 m, y en los que se disponen piedras de hasta 3.000 kg de peso. Detrás de ellos se realiza un relleno de material hasta configurar una berma horizontal y se dispone sobre el talud una cubierta granular que minore la alteración en superficie del mismo. Las inclinaciones de los desmontes a partir de este punto son con valores desde los 3H / 1V hasta los 5H / 1V. En conjunto, se han colocado más de 55.000 toneladas de piedra, principalmente granito, procedente de una cantera ubicada en el entorno de Guarromán.
Las medidas geotécnicas se completan con la recogida de las aguas superficiales mediante cunetas de cabeza de desmonte, en la berma, en las márgenes de la calzada y se completan con drenajes profundos, al pie de los muros y en mediana, con pozos de registro cada 50 m.
Los materiales de la excavación se han empleado, en lo posible, en los terraplenes de la obra, con una estabilización previa con cal.
La altura máxima de los desmontes es de aproximadamente 30 m y en los terraplenes del orden de 20 m.
Además ha sido necesario disponer de un vertedero para aproximadamente 2,6 millones de m³.
El camino de Valenzuela se repone mediante la estructura E-5. Es un paso superior realizado mediante vigas prefabricadas y luz central del orden de 36 m y, a continuación se encuentra la estructura E-6, reposición de la antigua N-322 entre Linares y la estación de Linares – Baeza, paso superior “in situ”.
El segundo enlace, también es de tipo diamante con glorietas en ambos lados, resuelto con un paso inferior mediante una estructura esviada con vigas artesa y estribos de suelo reforzado.
Conecta con la N-322 y por ella se accede a la Estación de Linares – Baeza, margen derecha, y a la localidad de Linares desde el este, margen izquierda.
El paso sobre el parque de vías del ferrocarril se realiza mediante un vano de 47,40 m de luz con vigas de tipo doble T y muros de suelo reforzado.
El viaducto sobre el río Guadalimar tiene una longitud de 285 m con un vano central de 100 m para salvar el cauce y la vegetación de ribera. Son realmente dos estructuras gemelas con vigas metálicas vigácenas y canto variable desde los 2,65 m en centro de vano hasta los 6,15 m en los dos apoyos ubicados a ambos lados del río.La plataforma es de 13,70 m por calzada ya que dispone de un sobreancho para mejorar la visibilidad.
Una vez sobrepasado el río, se inicia una ligera subida hacia el tercer y último enlace que conecta con la carretera autonómica A-6101 hacia las poblaciones de Ibros y Baeza, en la margen derecha, y con la N-322.Es de tipo diamante con glorietas a ambos lados y un paso inferior de vigas doble T.
Al final del tramo se aprecia la conexión con la autovía entre Ibros y Úbeda.
Con respecto a la permeabilidad transversal, la autovía dispone aproximadamente de un cruce cada kilómetro, seis pasos inferiores y cinco superiores, de los que tres corresponden a los enlaces y el resto a cruce de caminos. Se completa con la reposición de 4,9 km de carreteras y la ejecución de 9,8 km de caminos de servicio.
Se han realizado 38 obras de drenaje entre las que destaca el encauzamiento del arroyo de la Vega, en el origen del tramo, la mejora del drenaje de la Estación Linares – Baeza disponiendo de un aliviadero para avenidas del arroyo Torrito y la protección del arroyo Pichongo al final del tramo.
Las obras han supuesto una inversión total de 105,54 millones de euros de los que 85,88 millones corresponden a la ejecución de las obras y 16,52 millones a la expropiación de los terrenos.
La contratación de las obras ha correspondido a la Sociedad Estatal para las Infraestructuras del Transporte Terrestre y la dirección facultativa de las mismas a la Dirección General de Carreteras.